Cuando aparecieron Brisa, Anís y Minnie por casa pensé que me había caído una maldición. Ese año ya iban cuatro gatos.
No era la primera vez que me tocaba tratar con gatos ferales, pero esta vez era diferente. A dónde iba con tanto gato y si eran gatas, entonces mejor ni pensarlo.
Había que hacer algo, pero no tenía ni idea sobre nada. Así que tocó echar mano del Dr. Google...
Si para conseguir su socialización la información que me proporcionó fue de enorme utilidad, no lo fue para darlas en adopción. Me empezaron a sonar conceptos como cuestionarios pre-adopción, contratos de adopción, pero no tenía ni idea de cuál era su contenido ni tampoco sabía qué había que poner en caso de tenerlos que redactar. Muchas dudas, preguntas, incertidumbres, a lo que había que sumarle la posibilidad de que Anís tuviese una enfermedad crónica.
Y ahí es cuando me decido a empezar hablar de mis gatos en Instagram, a contar nuestra historia, pero con cierto pudor, ya que pensé que era la única que estaba viviendo semejante situación.
Desde entonces, he aprendido tantas cosas que ignoraba y me permitió acercarme a una realidad en la que existen muchas personas implicadas.
Aunque en estos últimos meses, me han surgido algunas otras dudas.
¿Tengo una colonia felina?
Según la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, se considera colonia felina a un "grupo de gatos de la especie Felis catus, que viven en estado de libertad o semilibertad, que no pueden ser abordados o mantenidos con facilidad por los seres humanos debido a su bajo o nulo grado de socialización, pero que desarrollan su vida en torno a estos para su subsistencia".
Atendiendo a esta definición, a día de hoy, sólo pertenecerían el gato negro y Katúa.
Tampoco me definiría como un refugio para gatos, por si eso da pie a pensar que soy una asociación.
Simplemente soy una persona, a título particular, que intenta darles la mejor atención, dentro de sus posibilidades, a unos gatos que han aparecido por su casa y que, gracias, a todo el tiempo que he podido dedicarles, me he ganado su confianza. Y esto hace que ellos sean unos más de la familia y una servidora, una más en su manada.
Tampoco hay que obviar que vivimos en una zona rural, que mi casa tiene parcela y está en una zona bastante tranquila.
¿ Qué hace mi Ayuntamiento por los gatos abandonados y/o callejeros?
A día de hoy, según manifestación por escrito del concejal de Medio Ambiente, mi concello tiene convenio de colaboración con dos protectoras, una para perros y otra para gatos (con las que me he puesto en contacto y mencioné en el post anterior). Según manifestación de la protectora de gatos, el convenio de colaboración sólo abarca el pago de las castraciones.
Ignoro si hay más colonias felinas reconocidas por el Ayuntamiento donde vivo, pero en el núcleo urbano sí hay dos que sí lo están y que están debidamente señalizadas. La de la foto es una de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario